La mamá de
Luna llamó al teléfono de la casa de Dianna.
-¿Luna,
dónde estás?-Dijo su madre, en un tono
algo preocupado.
-En la casa
de Dianna. Quería pedirte para quedarme a dormir en su casa…
-¡Luna!
¿Acaso puede ser? ¡Hoy viene Tom a cenar!-Dijo su madre, con un pequeño tono enojado.
-no,
vendrás a cenar aquí.
-¡Pero,
mamá!
-¡Tom y su
familia ya están aquí!
-Bueno.
-Chicas, no
puedo quedarme más tiempo. Olvidé por completo que hoy venía a visitarme Tom,
un amigo de Miami.
-Bueno-dijeron,
tristes-Hasta luego.
Cuando Luna
llegó a su casa, habían tres personas
más de lo habitual y un delicioso olor a sopa.
-Perdón por
el retraso-dijo Luna.
-Señora Delacour, ¿ como está?-Luna sabía que Tom tenía
acendencia francesa.
-¿Como
estás, querida?
-Muy bien, gracias.
-Hola,
señor Delacour.
-Hola. Como
has crecido, ¿eh?
-Gracias.
-Hola, Tom.
-Hola.
-Conque ya
tenemos una nueva pareja, ¿eh?-Dijo el señor Delacour.-Luna miraba con
deseperación a Tom.
-Emmmmmmm,
sí claro.-Dijo Luna. Sabía que en el fondo Tom le pareceía lindo, pero no en
ese sentido.